Sí, no seremos los primeros ni los últimos en contarte los beneficios de implementar el modelo Design Thinking en tu negocio. Otros ya lo han hecho y quizá con mucha más minuciosidad que nosotros. Sin embargo, ¿alguien te ha señalado ejemplos de empresas que lo hayan aplicado de forma exitosa?
Este post que empiezas a leer ahora mismo va de eso: compañías o sectores que, ante la imperiosa necesidad de satisfacer las necesidades de sus consumidores o usuarios, han optado por apostar por esta alternativa de gestión.
O dicho de otra forma: han decidido tomar la vía de la innovación, la creatividad y todo aquello que permite a las empresas dejar huella en los mercados y crear tendencias.
Design Thinking, ¿conocías estos ejemplos de éxito?
Empatizar, definir el problema, idear eventuales soluciones y materializarlas son los pasos básicos del modelo Design Thinking, el cual busca básicamente el crecimiento de las empresas a través de la innovación y la distinción de la competencia.
Estas fases y otras estrategias relacionadas son las que podemos ver en ejemplos prácticos como los que te presentamos a continuación:
- Airbnb:
Airbnb era una compañía sin mucho renombre hasta que su dirección decidió aplicar Design Thinking. De hecho, en el año 2009 sus ganancias apenas eran de 800 dólares al mes. Hasta que uno de sus fundadores, Joe Gebbia, llevó la idea más allá y estrechó el nexo con los clientes: realizó entrevistas para tener una idea precisa de sus necesidades. A partir de ese momento todo cambió: la web es una referencia en la búsqueda de alojamientos y servicios asociados.
- Programas de alimentos para mayores en Dinamarca:
Hace algunos años, el Gobierno descubrió que sus programas de alimentación eran ineficaces y que los usuarios arrastraban problemas de nutrición. Gracias a entrevistas y reuniones con las personas mayores, se descubrió que la causa de esta situación no era alimenticia sino emocional: muchos sentían vergüenza por recibir la comida. Al final el programa optó por tratarles como clientes de un restaurante, aunque sin renunciar al factor humano. Hoy día, The Good Kitchen es una referencia en este tipo de iniciativas.
- Totto:
Esta empresa colombiana de mochilas escolares descubrió, gracias al contacto directo con sus clientes, que una de las principales preocupaciones de los padres eran los problemas de espalda de sus hijos al cargar los útiles. A partir de ahí, sus creativos idearon una mochila innovadora que pronto vio la luz: no pierde su forma, permite que el aire circule a través de sus tejidos y tienen correas de tipo ergonómico según el sexo de los pequeños.
- Banana Packaging:
La idea la tuvo una empresa de fármacos. Tomó como referencia el proceso de maduración de los plátanos, que con el paso de los días adquieren manchas oscuras. Algo similar le ocurría a los fármacos caducados que eran elaborados con esta técnica, lo cual servía para que los profesionales de esta área (e incluso los clientes) supieran cuáles botes debían reponerse por otros.
Como has podido apreciar, en todos estos ejemplos Desing Thinking es sinónimo de innovación disruptiva, es decir, aquella que es capaz de marcar la diferencia con respecto a otras marcas y abrir la senda para nuevas tendencias. ¿Te animas a hacerlo?